Arcoiris

Bajo cierta luz, bajo cierto pensar, bajo cierto tiempo…, tu recuerdo duele. Cómo celar a un arcoiris que sale y alumbra…? Pero te da miedo si se desvanece…

Te pienso, te imagino, te sueño…, descansando tus pies luego de un largo y diario taconear…, sutiles pero firmes, adornando un dormitorio que no me ve, no me conoce, ni me siente…

Despierto, suspiro, sonrío y pretendo…, me acomodo y me incorporo a la cadencia de la amable rutina, que consigo trae a una tierna alma a volverse innerte…

Te extraño arcoiris…, espero saber dónde alumbrarás el cielo próximamente…


El Asedio

Somos termitas trabajando en castillos a punto de desmoronarse; miopes en un mundo de ciegos, que sangra de excesos innecesarios, mientras el alma derrama lo que tiene.
Este es un texto traidor e inclinado, el sentir de un breve lapso, pero por otro lado, que bien se siente el aceptarlo! Me siento como en el principio de algo que desconozco, que no entiendo.

A veces me pregunto si lo que veo es suficiente, el cansancio es la constante de mi mente. Debo encontrar la forma de plasmar un lienzo blanco y dejar que mi cabeza, recuerde aquel niño juguetón, con 10 cubetas de plasticina y pincel en mano, y el mejor chocolate krispín que encuentre. Estoy cansado de pensar, de analizar, de reflexionar, de sopesar, de considerar, de evaluar. Quiero ser impestivo, espontáneo y brutal, como un torbellino o un huracán.

Suena exagerado, pero es un encanto o capricho momentáneo. Pronto se habrá agotado, cuando este asedio mental se disipe y aleje. Humo y espejos, siempre se anhela lo que no tenemos, pero no es tan difícil complacer al alma, no tanto como a la gente…