Documental «Inside Job»

La película nos muestra la opinión de varios de los protagonistas de las grandes burbujas financieras y que luego se convirtieron incluso en burbujas inmobiliarias en el mercado de Estados Unidos, así como la forma en la que se correlacionaron siempre los reguladores y los banqueros. Ocurrió en Europa, ocurrió en Norteamérica y seguramente nos ha aquejado en el ámbito latinoamericano.

A nivel personal, me preocupa y entristece la opulencia y exceso con el que los grandes “magnates” financieros se han desempeñado, impregnando de ésa tachable conducta a personas que se supone eran responsables precisamente de mantener un estricto control sobre lo que hacían, particularmente hablando de entidades de gobierno y otras internacionales. Al final, mucha burocracia y poca certeza y confiabilidad sobre el uso y destino de los recursos.

La película nos muestra básicamente cómo el uso de ésta estafa en forma piramidal o lo que otros han llamado el esquema Ponzi (también utilizado por Bernie Madoff en su desastrosa estafa personal que hizo contra muchos en Norteamérica), como la herramienta y recurso responsable de gran parte de éste daño económico sufrido entre el 2008 y luego seguido en los siguientes años con los problemas de la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos, que finalmente envolvió a todos en un problema de escala mundial, afectando aseguradoras, financieras, bancos, mercados de intercambio, acciones, etc., que se tradujo rápidamente en una recesión mundial. Algunos países aún no se han recuperado de ello, y otros incluso están lejos de hacerlo.

La gran causa de ésta crisis financiera pareciera ser la falta de políticas regulatorias, o más bien el dispensar el uso y monitoreo de muchas de ellas, como lo fue el caso de Islandia y la seguidilla de 30 años que empezó con la Administración de Ronald Reagan para el caso de Norteamérica. Ésta flexibilidad y favoritismos han sido clásicos en la política de gestión legislativa de muchos países, y Estados Unidos no es la excepción. Ocurrió con las aerolíneas como Panam y TWA, y ocurrió con los últimos y recientes rescates proporcionados a algunos de los grandes como Citigroup y Bank of America, como ejemplos más contemporáneos.

Como en muchos de los casos en los que se brinda flexibilidad, ésta pérdida de monitoreo y regulación generó excesos y abusos en todos los niveles, privados y gubernamentales. Ocurrió un fenómeno demasiado frecuente y no para la conveniencia de los depositantes: grandes instituciones financieras y gubernamentales intercambiaban jugadores por no decir “profesionales” del giro del negocio, manteniendo un estrecho círculo de poder dentro de las mismas personas. Por ello, no es de extrañar en absoluto que muchas figuras de la banca privada resultaran en las administraciones de los presidentes norteamericanos, y también a la inversa; representantes de oficinas de regulación, a quienes se les ofrecía jugosos empleos y promisorias propuestas si aceptaban unirse a los banqueros de moda.

Finalmente, diría que la irresponsabilidad y ambición puede considerarse el gatillo que, aprovechando la apertura y flexibilidad de los mercados financieros, explotó las posibilidades de creación de productos financieros con mucho riesgo, incorporando en algunos casos fraudes un poco más complejos, para los que eventualmente el rescate gubernamental resultó como una clara y única opción, obviamente a costa del presupuesto de la nación y los contribuyentes…

Si la quieren ver, acá está el link, con buena calidad y subtítulos relativamente decentes: http://vimeo.com/24981578

Cheers!!


Votemos libre, consciente y responsablemente…

A unos pocos días de que elijamos Presidente (y subyacentes cargos de liderazgo) por los siguientes 4 años en Guatemala, me llamó la atención un Comunicado del Arzobispo Metropolitano, Mons. Oscar Julio Vian Morales, publicado el 2 de mayo de 2011 con motivo de las próximas elecciones en el país. 

De éste, me permito reproducir a continuación los fragmentos que me resultaron más interesantes, de una segunda publicación hecha hoy a una semana de que finalmente se concrete éste nuevo proceso eleccionario:

… Y es que, ante este panorama político que se nos presenta, pudiéramos caer en la tentación de alejarnos y dejar esta grandísima responsabilidad en manos de otras personas…

Abstenerse de votar podría sonar, aún con riesgo a equivocarme, a indiferencia e irresponsabilidad social. Incluso, he escuchado acerca de votar nulo para expresar la inconformidad, pero creo que es pero todavía, ya que es dejar la responsabilidad en manos de otros…

Animémonos, no ciagamos en una actitud pesimista y desinteresada. Se nos presenta la oportunidad de poder cambiar el rumbo de nuestro país. Hoy debemos ser coherentes con lo que creemos, dejémonos iluminar por el Espíritu Santo para poder cumplir con nuestros deberes. Discernamos con seriedad y en clima de oración cómo y por quién votar en las próximas elecciones generales.

Para esto recomiendo a los párrocos organizar jornadas de intensa oración, teniendo como objetivo el anhelo de unas elecciones, y sobre todo una campaña limpia, transparente, libre, sin manipulaciones y que se respete la voluntad popular, el poder del pueblo de expresarse mediante el sufragio universal, que es el voto…

Esperemos que en ésta oportunidad seamos dignos de la sabiduría necesaria…